MEMORIAS PERDÍAS
Anarcosindicalista blog que revierte en sumidero de églogas entre el 15/11/2005 y el 21/02/2006 desde el piso C3.2 de la rue de constitution, 1030 BRUXELLES.
Cuando el corredor cierra la puerta de su casa la noche es oscura. A cada paso se van enciendiendo una dos o tres farolas. A cada paso las luces de neón le saludan y juegan entre ellas sólo para sus ojos. Si el corredor sale borracho, hasta los coches le iluminan al cruzar proyectando su sombra hacia atrás, sobre el camino pisado. Hambriento de olvido y sediento de alcohol el corredor vuela a un palmo del suelo. Seductora, en sus ojos la noche brilla con la luz del sol en las esquinas y un rayo láser reduce las dioptrías, el suelo se quiebra a su paso, cables y tuberías, agua por todas partes, bailan con la noche sólo para él. El corredor está preparado. Respira hondo, esperando para entrar. Coge, coge aire. El aire renovado le llena los pulmones. La luz se refleja en sus ojos, la música le da puñetazos en el corazón como un boxeador a la pera, pulsaciones a mil. Se encienden las escaleras mecánicas y la cinta le transporta, dos puertas enormes se abren ante él: la antigua fábrica sigue funcionando por lo que veo...
Cuando el corredor cierra las puertas del garito, la noche brilla demasiado y la luz le quema los ojos. Está borracho y ya no vuela. Si el corredor vuelve con gente, las pupilas se cierran rápidamente y la luz no se enciende hasta que aprieta el interruptor de su casa. Si el corredor vuelve solo, las pupilas jamás se cierran y rayos láser de colores disparan sobre conos y bastoncillos, erosionando el nervio óptico. Camina con dificultad y sus pies se hunden de cansancio en el recuerdo y cables y tuberías se enredan en sus dedos. A cada paso un poco menos, no se para, camina camina camina. A cada paso se apagan una dos o tres farolas y los coches proyectan su sombra hacia adelante, sobre la acera que pisará. Saca las llaves del bolsillo.
Ésta.
La agarra.
La engancha.
La gira.
La empuja.
La gira.
La desengancha.
La guarda.
Hoy ha decidido pasar por el pasillo misterioso que lleva al patio que se ve desde su ventana, o eso cree. Ha decidido pasar la barrera del misterio y avanzar empujado por la curiosidad con pasitos de niño con botas de lluvia. Siente cómo va menguando según avanza, pintadas las paredes de nubes y charcos y de aguacerillos pasajeros, el cielo está más claro después de la lluvia y los reflejos son espectaculares. Eso ya lo sabía él hacía años porque alguien se lo había contado. Ahora está dentro del patio y parece que no va a poder avanzar más, la callecita estrecha de la izquierda cortada y rota la posibilidad esperada de alcanzar a ver su ventana desde allí, sin esperanzas, mira a ver porqué no por la callecita estrecha de la derecha que lo más seguro es que también esté cortada y pierda su última posibilidad de ver su ventana desde allí. Las botas le aprietan y siente cómo a cada paso va creciendo. A punto de alcanzar la altura inicial (1,68cm aprox) gira la esquina... Un parque interior, con árboles entrelazados, con verde cesped reluciente y mojado, con un estanque vacío de agua pero repleto de vida, con una estatua, dos o tres o más, pero con una en el centro del estanque y con otra apoyada sobre un banco, unas personas dentro de la "Maison des Arts" (pues así se llama este extraño espacio), muchas ventanas, muchos edificios alrededor, sólo una entrada, sólo una salida, y un niño pequeño con botitas de lluvia está parado justo a la entrada de la callecita de la derecha que da al patio desde el que cree que al fín podrá ver la ventana de su habitación.
Falsa esperanza que sin embargo le dejará el mejor sabor de boca. Ya queda poco por hacer y volverá a casa tranquilo con las zapatillas mojadas y el bajo del pantalón se lo acabará subiendo un poco más porque de nuevo lo va arrastrando. Pero es mejor así que no ir enseñando los calcetines blancos, o si no que se lo pregunten al Baptiste que cumplía en Enero.
Palabras Desafortunadas: el otro día y no es coña uno de los polacos me dijo que eso de ser gay era una enfermedad y se podía curar con tratamientos de 5 años o así, si querías. Lo dijo delante de un gay y tb iba dirijido a él, desde luego hay que tener huevos. Yo me quedé flipado y aún no me lo creo del todo. Los polacos no son mala gente pero tienen unas ideas de casquero en la cabeza inaceptables. Se te nota en la mirada que estás enamoraaada...