Anarcosindicalista blog que revierte en sumidero de églogas entre el 15/11/2005 y el 21/02/2006 desde el piso C3.2 de la rue de constitution, 1030 BRUXELLES.

martes, abril 04, 2006

"memorias perdías
de siglos descansan
al fondo hasta que llega el alba
secretos perdíos
almas duras y cobre
abajo la mar está la llave, perdía.
dónde está la calle del recuerdo y el olvido
sendas y veredas que llevan a un mismo río
dónde está la muerte?
dónde va ese río?"


MEMORIAS PERDÍAS
Ojos de Brujo


5 o 6 horas delante del ordenador sin mirar ni a los lados, todo gracias al maravilloso mundo de los videojuegos. Cinco o seis horas sin mirar atrás, hasta que me he quedado atascado en Monkey IslandTM.

Hace ya más de un mes que desembarqué. Ni me lo he planteado, simplemente para mí es como si estuviera escribiendo uno o dos días más tarde. Recuerdo que no había nadie esperándome: en un principio no había suficiente gente y mi vuelo se había cancelado de tal manera que mi madre y Andrea pensaron que me embarcarían en el siguiente, unas 3 horas después; sin yo saber nada de ésto me monté en el avión a mi hora que zarpó con unos minutos de retraso que recuperó durante el vuelo. Cuando llegué a Barajas me estaba esperando el móvil sin tarjeta y un panfletito sobre la cabina de teléfono: "HOTEL BARATO. zona centro, a 500 metros de metro Sol". Las 16:00h, hora prevista de llegada. Una vieja me asalta renqueante, coja de una pierna y casi babeando, me enseña el panfleto diciéndome algo. Detrás de ella un puñado de personas esperando en un banco, la mayoría inmigrantes, esperando a la señora vieja y repugnante que se arrastraba detrás de cualquiera, como rumiando pues tenía el tic extraño de los viejos que no paran de mover la mandíbula. Le dije mirándola con una cara de asco que no pude reprimir que "no gracias ya tengo casa" y llamé a mi viejo. Ahora siento cierta compasión por la pobre señora que no debía de hacer este tipo de trabajos, casi ni podía andar. Debe ser un antro infame si tienen a esta mujer a la caza.

De nuevo en mi casa sentí el calor de la familia que ahora me resulta asfixiante. No ha cambiado nada y en mí parecen haber muerto la confianza en un futuro sorprendente que tenía en Bruselas. Gracias a Dios el Domingo tras el curro (a eso de las seis de la mañana) salimos a tomar unas cañas y acabé volviendo a casa de mi abuela a las 19:00 con un pedo demencial y directamente caí redondo en la cama. Una pena que me olvidara la cámara. Me pregunto si ese río del que hablan los Ojos de Brujo será el Guadalquivir o el Ebro.

Desde hace tiempo que tenía ganas de acabar ya con este blog y por fin lo he hecho con este post basura. No quiere decir que no vaya a volver a escribir, pero por el momento queda cerrada mi etapa en Bruxelles.
Eso sí no he olvidado todo lo que ha pasado, y tengo en la cabeza a toda la gente que estáis allí todavía. Cada día, ya sé dónde tengo casa.
Gracias, espero que todos estéis bien para poder volver a veros algún día.