Anarcosindicalista blog que revierte en sumidero de églogas entre el 15/11/2005 y el 21/02/2006 desde el piso C3.2 de la rue de constitution, 1030 BRUXELLES.

domingo, febrero 19, 2006

La soledad del corredor de fiestas


"Voy siguiendo una a una las estrellas de los cielos
y entre rojas y amarillas"
Camarón.


Set eugó sivuplé...voilà ¡ey! qué pasa chavales? falta gente no? ¡ey! holaquétal y esas cosas no? ¿qué dices! ¡ey! ¡tócame la polla! voy a la barra ¡eeeeeh, cojonudo tío! con tickets ¡momento foto! gracias tronco ¡venga venga venga venga venga venga venga a partirla chavaleees! ¡estas rubias están joder! ¿de Lieja, Moha o qué? ¿y tú piba? Ces les, des, blondes femmes qui sont, merde, da igual... puto idioma infernal, ey toma! y hablar y hablar y bailar y birras pa tós y bailar y hablar y bailar y sudar y voy más peo que Alfreo, no sé ni a quién, y más birra... qué hora es? me estoy rayando tío, me voy a dar una vuelta... las 5:15, un cuarto de hora y me voy ¿tienes un cigarro? hastaluego! jodéquefrio!


Cuando el corredor cierra la puerta de su casa la noche es oscura. A cada paso se van enciendiendo una dos o tres farolas. A cada paso las luces de neón le saludan y juegan entre ellas sólo para sus ojos. Si el corredor sale borracho, hasta los coches le iluminan al cruzar proyectando su sombra hacia atrás, sobre el camino pisado. Hambriento de olvido y sediento de alcohol el corredor vuela a un palmo del suelo. Seductora, en sus ojos la noche brilla con la luz del sol en las esquinas y un rayo láser reduce las dioptrías, el suelo se quiebra a su paso, cables y tuberías, agua por todas partes, bailan con la noche sólo para él. El corredor está preparado. Respira hondo, esperando para entrar. Coge, coge aire. El aire renovado le llena los pulmones. La luz se refleja en sus ojos, la música le da puñetazos en el corazón como un boxeador a la pera, pulsaciones a mil. Se encienden las escaleras mecánicas y la cinta le transporta, dos puertas enormes se abren ante él: la antigua fábrica sigue funcionando por lo que veo...

Cuando el corredor cierra las puertas del garito, la noche brilla demasiado y la luz le quema los ojos. Está borracho y ya no vuela. Si el corredor vuelve con gente, las pupilas se cierran rápidamente y la luz no se enciende hasta que aprieta el interruptor de su casa. Si el corredor vuelve solo, las pupilas jamás se cierran y rayos láser de colores disparan sobre conos y bastoncillos, erosionando el nervio óptico. Camina con dificultad y sus pies se hunden de cansancio en el recuerdo y cables y tuberías se enredan en sus dedos. A cada paso un poco menos, no se para, camina camina camina. A cada paso se apagan una dos o tres farolas y los coches proyectan su sombra hacia adelante, sobre la acera que pisará. Saca las llaves del bolsillo.

Ésta.

La agarra.

La engancha.

La gira.

La empuja.

La gira.

La desengancha.

La guarda.

sábado, febrero 18, 2006





Bueno, al fin me decidí a hacer la pequeña "exposición" familiar en mi cuarto. Sesenta fotos de ma vie à Bruxelles. Quisiera haber puesto más, pero ha quedado bastante completita. Incluso se conserva la mancha en el techo todavía, es una habitación muy artística. Dentro de tres días estará vacía, qué se le va a hacer. Por ahora sólo lo han visto Paco, la avanzadilla española capitaneada por el señor Ángel "me-saluda-la-Tele-del-Hotel" Fernández y la Paula, y Gosha. Hoy en principio vienen Pietro y Alenka, mañana igual los polacos. La cuestión era la hora, que quedé con la peña a las 7 y la gente prefirió quedarse en casa (normal), menos Paco que vino con cara de necesito una siesta hijodeputa. Por suerte yo tenía la solución a todos nuestros problemas: Marihuana...

lunes, febrero 13, 2006

Un confuso cuento de heridas abiertas y cerradas.

Hoy, un pájaro ha volado un poco más alto de lo que suele hacer. Esto fue muy por la mañana temprano y aún no había salido el sol, por eso se despistó y voló muy muy cerca de las nubes. Volaba rápido, se pensaba que estaba perdido, y como arriba hace mucho frío y las nubes están húmedas, se constipó enseguida. Empezaba a estornudar mientras volaba, y cada estornudo deshacía las nubes en pequeños copitos, como cuando se sopla un diente de león. Se tapaba la nariz con un ala para contenerse, pero al taparse tenía que dejar de volar y estuvo a punto de caer al vacío un par de veces. De repente se tuvo que parar en el aire y dió el mayor estornudo que un pájaro puede ser capaz de dar. La nube se deshizo entera y mirando hacia abajo comprobó que estaba ya muy cerca de su casa, así que voló hacia la tierra contento pero sabiendo que esa semana la pasaría en la cama. Cuando bajó vió que estaba nevando y había muy poca gente en la calle. Eso sí, vió a un chico de unos 25 años cubierto hasta los topes de algodón mojado. "¿De dónde habrá sacado ese algodón?"-se preguntaba el pájaro-"Aquí en Amberes no tenemos de ese tipo", y voló un poquito cerca de él, para adivinarlo. ¡Qué tonto, no era algodón, era nieve que se le había pegado, y en Amberes hay para dar y tomar!

Ayer una mano de mujer abrió las entrañas de la tierra con un bisturí oxidado, partiendo las venas en dos, raíces moribundas, y bebiendo la sangre que brotaba a borbotones con los labios manchados y las manos ensangrentadas como una loca vaciaba la tierra de la savia que años de fotosíntesis costó a los árboles. Como un vampiro lloraba, sabiendo que mañana esos mismos árboles que dieron frutos dulces y maduros no sabrán igual, y tardará mucho en volver a beber de la sangre que ahora la alimentaba. Sus lágrimas eran rojas, sus ojos morados por el insomnio, su boca escupía vidas desdichadas y rotos los lazos con lo exterior, se alimentaba de la tierra que la dió de nacer. Y lloraba como un niño que incapaz de beber papilla sigue amamantándose de la teta de su madre hasta dejarla seca.

Pero mañana alguien abrirá las entrañas de la noche, y oscura la figura entera pasará a través de las vidas de la gente que inconsciente habla de cualquier tipo de historia. Cruzará invisible pero perenne, con miradas furtivas hablará de lo indecible y suministrará el conocimiento del espíritu sobre los hombros cansados de trabajar y vivir el día a día. Un paseante sobre las cabezas de las gentes, que pondrá un pie en cada uno sin éste siquiera sentirlo, de ligero que fuera. Y como una abeja transporta el polen de flor en flor, él llevará todo el fruto de esas cabezas que pise allá donde vaya. La caspa sobre la calva, la calva sobre las greñas, las greñas sobre el "look recién levantado", el "look recién levantado" sobre las trenzas cosidas, y un largo etcétera de vida enredada en cabellos de otros.

Hoy, una capa de algodón ha cubierto la herida abierta en la corteza terrestre con el suave tacto de la nieve virgen. Mañana alguien pisará esta nieve con paso firme, cerrando definitivamente la hemorragia, y su blancura virgen se volverá gris por la suciedad de unos zapatos noctámbulos que portarán la pasión de la vida ahora y para siempre.

viernes, febrero 10, 2006

No hay mejor regalo de cumpleaños que unos calcetines negros

Había salido a comprar cigarrillos y decidió volver por el camino más largo. Mientras agarraba el paquete con la mano izquierda, la derecha arrancó el molesto papelito metálico y exactamente veinte caritas blancas desojadas, desbocadas y desnarigadas asomaron tras él. Caritas filtradas con coco. La mano libre dió unos cuantos golpes secos desde abajo y fueron apareciendo unos pequeños palitos marrón-claro del cartonil recipiente. Uno se distinguió de entre los demás alcanzando una altura considerable y lo arrancó de su estado de ansiedad encerrada en paquete de cartón para encenderlo en su boca. Su mente regresó a la época en que un palito podía decidir en pocos segundos el destino de un niño: ¡tú la ligas!. Hacía un poco de frío, suave viento que reseca la cara, el sol descongelándose. La misma calle hacía años. El humo le supo a tierra manoseada por manos infantiles.

De pronto se sorprendió hablando solo: mirada alrededor: alguien podía oírle. Tantos errores y pasos en falso que su mente no le dejaba un momento de respiro y a veces rugía como un tigre, otras cantaba como un pájaro o balaba como una oveja o rebuznaba como un burro, en medio de la calle. !Mierda, qué coño estoy haciendo? Siempre un vistazo alrededor después. Muchos, muchos fallos. Muchos fallos que no le dejaban en paz. Como demonios le arrancaban del sueño y rugían por las noches oscuras y en los días calurosos desaparecían, retomaban fuerzas y reaparecían con las dudas en un contrataque épico. Las mañanas siempre los mejores momentos, cuánto se puede echar de menos la música de la danza de la ducha caliente de la mañana a lo largo de un día.

Hoy ha decidido pasar por el pasillo misterioso que lleva al patio que se ve desde su ventana, o eso cree. Ha decidido pasar la barrera del misterio y avanzar empujado por la curiosidad con pasitos de niño con botas de lluvia. Siente cómo va menguando según avanza, pintadas las paredes de nubes y charcos y de aguacerillos pasajeros, el cielo está más claro después de la lluvia y los reflejos son espectaculares. Eso ya lo sabía él hacía años porque alguien se lo había contado. Ahora está dentro del patio y parece que no va a poder avanzar más, la callecita estrecha de la izquierda cortada y rota la posibilidad esperada de alcanzar a ver su ventana desde allí, sin esperanzas, mira a ver porqué no por la callecita estrecha de la derecha que lo más seguro es que también esté cortada y pierda su última posibilidad de ver su ventana desde allí. Las botas le aprietan y siente cómo a cada paso va creciendo. A punto de alcanzar la altura inicial (1,68cm aprox) gira la esquina... Un parque interior, con árboles entrelazados, con verde cesped reluciente y mojado, con un estanque vacío de agua pero repleto de vida, con una estatua, dos o tres o más, pero con una en el centro del estanque y con otra apoyada sobre un banco, unas personas dentro de la "Maison des Arts" (pues así se llama este extraño espacio), muchas ventanas, muchos edificios alrededor, sólo una entrada, sólo una salida, y un niño pequeño con botitas de lluvia está parado justo a la entrada de la callecita de la derecha que da al patio desde el que cree que al fín podrá ver la ventana de su habitación.

Falsa esperanza que sin embargo le dejará el mejor sabor de boca. Ya queda poco por hacer y volverá a casa tranquilo con las zapatillas mojadas y el bajo del pantalón se lo acabará subiendo un poco más porque de nuevo lo va arrastrando. Pero es mejor así que no ir enseñando los calcetines blancos, o si no que se lo pregunten al Baptiste que cumplía en Enero.



Posteridad Devengada: al creador de esta maravillosa frase "No hay teoría de la evolución, sólo una lista de criaturas que Chuck Norris permite vivir".
ME PARTO LA POLLA!!

lunes, febrero 06, 2006

Amanece que no es pollo...

al Iye, por su afamada predisposición a la causa :P


Hoy me desperté pensando con la polla, ¿o era mi polla la que pensaba conmigo? En estos casos de tanta intimidad nunca se sabe. El principal problema era cómo salir a la calle: el rollo cavernícola-se-va-de-camping no me va. Le dije: "tronca -qué agudo-tenemos que llegar a un acuerdo tú y yo". Pero como es femenina singular y ya se sabe que en esto las mujeres siempre ganan, por más que insistía a ella se la sudaba empeñada absurdamente en continuar en su estado estirado estriado exasperante, estrujándome yo el seso comprendí que estrujado era la palabra y pudimos llegar a un acuerdo mutuo convincente. No hay nada como la violencia en estos casos. Y contento pero algo dolido por haber tenido que recurrir a una solución tan drástica, quizá hubiera sido mejor dejarla que se calmara, pero es que no se atenía a razones la muy..., vamos que pude salir a la calle sin tener que avergonzarme de mí mismo. Sí, las mujeres sois unas caprichosas y ella en ese momento estaba de antojo.

Pero no me puedo quejar. Ella nunca alega que le duela la cabeza para no hacerlo, ni se siente mal del estómago y siempre está allí para echarte una mano cuando la necesitas [MENTE: ten cuidado con lo que dices, sabes que es una pervertida....] en los momentos clave siempre da la talla y sólo muy de vez en cuando está de bajón. Y entonces está tan callada y tan decaída que no puedo por menos que compadecerme de ella y dejarla descansar. Pero es que hay días que se pone intratable, desde luego. Hoy es uno de esos. Recuerdo que al principio de conocernos (aunque ya llevábamos mucho tiempo juntos nunca nos habíamos tratado) en medio de clase se despertaba curiosa y me llamaba en los momentos más inoportunos, y me daba una vergüenza tremenda. Ella siempre ha disfrutado haciéndome sufrir.

Tengo que aceptarla, porque nuestra relación va para largo. Por ahora sólo estamos a las duras, porque para las maduras todavía nos queda un trecho, aunque ella es tan oscura y su conducta tan irracional que nunca se sabe. Por suerte tengo otra con la que se la pego... Sí, es verdad, soy un traidor, un adúltero, un cabronazo. Que se joda, la culpa es suya que me trata mal. Es que la otra me trata tan bien que no puedo resisitirme. Pero bueno, ya se conocen y se llevan muy bien. Son grandes amigas, con sus grandes momentos y sus disputas. En cierto modo creo que ambas se lo huelen, a pesar de que yo trato de disimularlo todo lo que puedo. Sin embargo siempre que la cariñosa y buena se me acerca la otra yo diría que se excita, tan pervertida está su mente...

Creo que soy un suertudo porque tengo dos mujeres a mi lado, aunque la verdad es que me empiezo a cansar de este jueguecito, seguro que en el fondo son lesbis y están quedándose conmigo. ¡Mierda!, esto de ser tan liberal al final se paga caro, ya lo decía mi tataratatarabuelo...


Palabras Desafortunadas: el otro día y no es coña uno de los polacos me dijo que eso de ser gay era una enfermedad y se podía curar con tratamientos de 5 años o así, si querías. Lo dijo delante de un gay y tb iba dirijido a él, desde luego hay que tener huevos. Yo me quedé flipado y aún no me lo creo del todo. Los polacos no son mala gente pero tienen unas ideas de casquero en la cabeza inaceptables. Se te nota en la mirada que estás enamoraaada...

Cuatro cervezas en la mano, un día más tarde.

Pa'l Ángel, desde París-Texas
(a ver si te dignas a escribir un puto comentario, cabronazo)




Un gusano va andando justo a la izquierda de mi mano izquierda, giro la cabeza y desaparece. He puesto el disco y escucho "yu sí zru de güindou". Un ratón pequeñito, con forma de flecha, se sienta junto a mí, justo enfrente. Mi jersey está sobre la silla, con un montón de ropa debajo. Acabo de volver de hablar por teléfono con mi pequeñita guapa y acaba también la canción. En la cabina más cercana a la calle estás literalmente dentro del escaparate: los tubos de neón, los cables colgando, el poster de Frigo y algunas letras rojas al revés pegadas sobre el cristal, un poco sucio. Los podría coger si quisiera. Me reclino sobre la silla con el teléfono en la mano, cierro un ojo y juego a meter las lucecitas en los agujeritos del cartel... Descubro que en la nevera hay una lata de Coca-cola-con-Vainilla y no sé si estoy en París o en Texas. Antes de salir: 30 minutos y algo. Bien. Al abrir me parece que salgo de un agujero negro, miro a mi alrededor y la nevera me recuerda que sigo en el mismo sitio, cojo una Coca-cola-normal de 2 litros. Le doy la pasta al pabo y miro la Tele, pensaba que estaría viendo una peli porno, pero no: toca serie televisiva turca. Siempre la sensación extraña de que te hayan estado escuchando. Me había dicho 6,45 y me sonó a vocecita suave afeminada, díficil de enlazar con el pabo_hombreconpeloenelpecho que tenía delante, con sonrisilla de cabrón. Tengo el vaso de plástico rojo vacío con algún restillo y la pila llena. Se me mueven solos los pies con la música, como ayer. FIESTÓN. Me lo pasé de puta madre. Estoy bailando y no sé porqué -porque sí supongo- tengo una birra en la mano. Es el momento foto. Estamos en contacto. El Moha, el Paco y yo con cara de borrachos, jeje. Ya están enviadas y hoy al final me he quedado en casa. Los guantes: mierda, esto es una pocilga. Dos papeles de recarga de móvil, vacíos de dinero virtual, ocupando espacio. El ratón se ha convertido en una viga vertical; ratón con reloj de arena, ratón de nuevo. Me está distrayendo y lo muevo. Se deja, más le vale, está programado para eso. No hay resaca hoy, aunque yo estoy programado para eso. Bebí agua antes de dormir y funciona. Birra tras birra se apelotonaron en la cabeza, unas patatuelas pal camino y a casa, las 5 o así y esperando que el sol no se levante mañana por enésima vez. Un finlandés jamás lo entendería: ellos salen a veces por el día, a veces por la noche. Me estoy cansando y me voy a dormir. Las fotos de la Basilique en el ordenata. Mañana toca grabar los DVDs y currar un poco. Hasta entonces mon petit laptop, descansa tú también que estás echando humo.


Muevo el ratón de nuevo...

viernes, febrero 03, 2006

Aluminizado



He llegado a casa destrozado de nada; me empiezo a aburrir hasta de mí mismo.


Al recostarme en la cama escuché un ruido metálico como el de una chapa dentro de una lata vacía. Era mi cabeza. Mi cerebro, que espera impaciente el momento de abrir los botes de cerveza que tengo en la nevera para reducir su masa, tampoco tiene ganas de nada entre el frío y el tedio, aparte de que es un vago redimido. Algo se ha debido soltar aquí dentro.


Voy a abrirme una Coca-Cola para celebrar el hecho de que la tengo, pues ayer fui a comprar unos cigarrillos y tratando de contenerme me compré la lata -aparte tenía frío la garganta congelada los dedos escarchados los pulmones cansados las uñas nevadas la mirada perdida-. Al llegar a casa comprendí que lo que tocaba era un "matesito". Mi garganta mis dedos mis pulmones mis uñas me lo agradecieron; mi mirada seguía perdida, no sé qué coño está mirando. Con la mirada perdida en algún punto del horizonte cuesta más hacer cualquier cosa que implique cierta motivación interna, así como mantener conversaciones / hablar / fotografiar / planear / ver y sentir en definitiva. Por desgracia para vosotros, escribir no cuesta nada.


Me lo imagino como una pelotita de goma rebotando contra la pared de una habitación cerrada en una red infinita de líneas imaginarias, mi cerebro convertido en chapa golpea las paredes de mi cabeza metálica definitivamente vacía sin vistas de que la inercia del movimiento uniformemente acelerado se tome un descanso, como una lata vacía con una chapa dentro en las manos de un niño pequeño que acaba de descubrir que no sólo la música produce ruido. Alguien se ha bebido hasta el último sorbo y ahora sólo queda la babilla que poco a poco va oxidando las alumínicas paredes.


Necesito salir hoy, y mañana ya veremos, es que no puedo esperar a volver a Madrid para echar mi cerebro a la basura y reciclarme, quizá en una montaña de latas sucias pueda encontrar un motivo común que cese la inercia y abra la puerta de la habitación para que la pelotita de goma, tan graciosilla ella, salga de una puta vez disparada hacia el infinito y no la vuelva a ver jamás a la muy zorra. Al menos siquiera entornarla un poco....


Definitivamente ahora mismito cuando termine de escribir esto voy a abrir esa puerta armado con la bolsa de cervezas cortesía de Enrique, paso de esperar más.

De las costumbres "transhabitat" del hispanicusbelgae

Queridos compañeros del Centro de Estudios Galleguil e Investigadores Autónomos de Gabacho-Landia.

Con gran sorpresa y no cierta indignación, hemos de reportarles algunos de los nuevos descubrimientos fruto de nuestras últimas investigaciones. Después de todo el dinero invertido, todo el trabajo que ha costado mantener el novedoso experimento, parece que nuestras expectativas de encontrar lo inaudito se han venido abajo.

Me remitiré a la época en que la fémina especímen se hallaba en el habitáculo vivienda creando como suele ocurrir en la especie, un cierto estado de estabilidad en las costumbres del másculino engendro homo sapiens hispanicusbelgae. La observación meticulosa de nuestro departamento de neuropsicología patológica encontró un claro desvío de la personalidad, hasta entonces dispersa, del homo sapiens masculino (nuestro individuo, como ustedes ya saben) que auguraba un esperanzador cambio en las costumbres y una regularización de los estados de ánimo y hábitos rutinarios diarios. Cabe decir que ello jamás llegaría a ocurrir de manera estable, pues el individuo más bien rápidamente ha vuelto a convertir nuestro habitáculo vivienda en lo que en lenguaje agrícola se conoce como "pocilga", hecho que causó poca sorpresa en nuestro departamento neuropatología psicológica, con su habitual tendencia al escepticismo.

Por su parte el departamento de neurología aplicada dice haber hecho hallazgos catastróficos. Desde el principio hubo ciertas discrepancias sobre la valía del nuevo especímen en cuanto a lo que capacidad neuronal se refiere. Parece que no les faltaba razón pues al descubrir éste el método de uso eficaz del instrumento cocina tras casi dos meses de inútiles esfuerzos, descubrimiento sólo posible tras la intervención de la fémina, un grave percance con el instrumento cocina y el líquido que usan para no comer los alimentos crudos llamado aceite casi deja el habitáculo vivienda inservible para posteriores investigaciones. El departamento de neurociencia homosapientil parece haber hallado un desvío del especímen hacia lo que en la especie se denomina estupidez: incapacidad para el análisis de los elementos simples y necesarios para la vida cotidiana y una absoluta negación para la adaptación al medio. Parece que el especímen encuentra placer en el caos más instintivo y mientras en el medio exterior mantiene cierta tendencia "inteligente" (hecho sin duda motivado por un concepto arraigado de vergüenza), cuando se recluye en su habitáculo hace recordar y no poco a sus más lejanos ancestros, los primates.

Parece que el especímen, a pesar de nuestros intentos de aislarlo para observar su comportamiento, ha comenzado a mantener relaciones con otros de su misma especie o subespecie de manera regular, incluso llegando a balbucear algunas palabras del idioma que la subespecie belgae utiliza para comunicarse, hecho que causó no poca sorpresa en el departamento de neurogenética lingüística que ya lo daba por perdido y aprovechaba la mayor parte del tiempo de trabajo para compartir opiniones sobre temas diversos en la cafetería de nuestro centro de estudios. El aumento de las salidas al hábitat externo es proporcional a la ingesta y consumo de sustancias alcohólicas que regresan al individuo a su más primitiva conducta, llegando a perder lo que hasta ahora hemos denominado vergüenza, pudiendo reconocer fácilmente los gestos de sus primáticos ancestros hasta ahora sólo manifestados en su vida in-habitacular. El individuo padece predilección por el jugo cebadil fermentado, algo que no le impide el consumo de otras sustancias de mayor graduación ni la ingesta vía oral de otras sustancias psicoactivas que provocan la pérdida neuronal, hecho que realmente ha desesperado a nuestro departamento de estadística numériconeuronal que teme que el individuo pueda llegar a mínimos inaceptables, cuestión que sin embargo ha alegrado a nuestro departamento de neurogilipollez crónica.

A 418 horas y 49 minutos del final del experimento las expectativas de un gran descubrimiento en cuanto a transconducta habitatutal se diluyen. Sin embargo seguiremos informando de nuevas nuevas a través de nuestros departamentos pertinentes de comunicación interneuronal, neurotización externa, y secretaría de desvíos neuronales.

Recomendando que olviden el experimento y comiencen a buscar vida en Marte me despido.
Saludos cordiales.