Anarcosindicalista blog que revierte en sumidero de églogas entre el 15/11/2005 y el 21/02/2006 desde el piso C3.2 de la rue de constitution, 1030 BRUXELLES.

martes, diciembre 20, 2005

Bendita sea la tierra que a mí me vió de nacer

El otro día nació un sobrino de una de las periodistas. De pequeño yo era débil. Mi estómago chiquitín no aguantaba la leche ni el huevo, con lo que mis primeros pasos en el mundo fueron difíciles. A los ocho años se me fue la alergia a la leche; el huevo podía tomarlo ya desde hacía tiempo.

Gosha también tiene alergia a la leche. A ella se le quemó la habitación y ha estado viviendo en casa de Kasha hasta el Domingo que se fue a Polonia por Navidad. Cuando vuelva ya tendrá la habitación lista. En la cocina me enseñaron que ella no puede comer bollos ni ese tipo de cosas porque también tiene alergia al Gluten. Tiene 22 años. Alegre, gritona, siempre esperas de ella que te pueda alegrar el día. Su cuerpo es de mujer, mucho más que el de Kasha, con menos pecho y más bajita. Rubia. Me parto con ella. Es rara la manera de pensar de las polacas, con todo su salero, su gracia desbocada, su belleza femenina; hermosas, yo pensé que vivirían en un Palacio de Cristal para poder contemplar la belleza de su vida cotidiana, sentir el tacto suave de lo divino en los objetos más vanales, su intimidad la pura expresión de la Naturaleza. Un bosque espléndido y una carretera que cruza y en cada kilómetro tienes un pequeño mirador para poder ver el fantástico paisaje. Finalmente dejas el coche en cualquier lado y vas andando.

Ella dice que las reglas son necesarias. Le pregunté que porqué, porque para ver a Dios sólo es necesario imaginárselo, el cerebro es la máquina de las creencias y eso es bueno: no es necesario ir a la Iglesia. Ella me dijo que las reglas hacen a las personas buenas, que mira a los ingleses que son todos unos degenerados. ¿Por qué?. Porque sólo piensan en chupar pollas y follar. ¿Has estado en Inglaterra?. No pero me lo ha dicho una amiga que es inglesa. Yo estuve en Londres un año de pequeñito...claro que Londres no es Inglaterra.

Gosha no es sabia, pero es Mujer. Es Madre. Más que Kasha, su cuerpo no engaña. Tengo que tener cuidado, porque sé que tengo que coger el coche de vuelta a casa y no quiero perderme en un bosque ajeno. Tampoco quiero ensuciarlo con mis zapatos grises de ciudad ponzoñosa. Si el cristal es frágil, el bosque lo es más. Una simple colilla un reflejo en el espejo un rayo; la propia Naturaleza destruye lo que crea. Tengo que tener cuidado. Tengo que cuidarlo.

Gosha es sabia porque es Mujer y su harina sin gluten sigue estando sobre la encimera de la cocina del piso de arriba, al fondo.