El agua hirviendo.

Voy a escribir algo mientras se me hacen las patatas. Hoy he sentido algo que pensaba que no iba a sentir más en mi vida hasta dentro de tres meses: he escuchado el agua hirviendo! Sí, casi 45 minutos después de haber metido las patatas en la cacerola ha llegado a mis oídos el dulce rumor del blopear del vapor de agua contra la tapa. mmmm
Y es que me he convertido en admirador de la comida; el placer de esperar mientras se hace es para mí tortura, insoportable silencio de los alimentos sobre las cacerolas, acercando el oído para escuchar, oír un poco sólo, el crispear de la cebolla en el aceite, ver saltar a los ajos, burbujas que me quemen con sonido explosivo, sentir el cálido grito de la carne frita; sin embargo sufro el silencio horroroso de una cocina a destiempo y sin tiempo, pues nunca se me ocurriría medirlo.
Y es que mi vida se ha convertido en una cacerola repleta de espaguetis deshechos, cubiertos con una salsa roja indescifrable que sin embargo conozco a la perfección, pues yo mismo he echado todos los ingredientes, lo sé, me acuerdo, y sé lo que he conseguido: un sabor mezcla de cerveza, tomate frito, cebolla, ajo, perejil (la especia de moda, la única) y algo parecido a jamón serrano. ¿Entonces por qué encuentro ese sabor tan extraño, tan ajeno? La verdad es que no tan ajeno, porque ultimamente ya empezaba a perder mis pocas cualidades culinarias. En realidad ahora me lo puedo comer tranquilo pero tengo miedo de llegar a Madrid y no saber cocinar, que todo se me queme por haberlo dejado mucho tiempo, que todo fluya tan rápido delante mía al encender un simple fuego (cuanto lo hecho de menos) no sea capaz de no salir ardiendo.
Aquí todo va lento. La abrumadora presencia de las Instituciones Europeas, con su trajín efervescente de carreras por la democracia mundial, el libre comercio y el plan del azúcar que no beneficia a España, ni a Mexico, [Ops se hicieron las patatas] [seguiré hasta que se haga el café...], la información que no corre sino vuela sobre la última hora de lo que ha ocurrido donde está la clave de lo que sucede en el mundo de los sucesos sucesivamente sucedentes, uf, y mira lo que ha dicho El Mundo.... En realidad por algo hay tantas pijas periodistas. La información sobra donde quiera que vayas. Pero sobra de una manera tan abrumadora que se cree que falta, y se enguye y deglute a sí misma nuevamente deshechada, pues no renace de las cenizas como el fénix sino que pasa de un estómago a otro, y a otro, y a otro, hasta que se hace mierda, como en las vacas. Y mientras se rumia, y se rumia, y en fin, cada día al pasto a comer. No hay más que un bonito campo abierto donde las vacas comen, porque nadie está dispuesto a cambiar el mundo. El estómago de una vaca debe ser algo parecido a lo que ocurre en la zona europea de Bruselas. Y es que es tan raro que la ciudad trate de ocultarse bajo esos jodidos mamotretos que albergan funcionarios del politiqueo, estresados continuamente porque como cada día, un trozo de carne de vaca se ha colado en el pienso y puede que se contagie la enfermedad de las vacas locas. Y ellos como enzimas a trabajar por el orden mundial. Es un aparato digestivo que funciona de puta madre, aunque como diría el Gallego, poco evolucionado. Sin embargo parece que Darwin encuentra en la UE un claro adversario de su teoría evolutiva. Es difícil aceptar en un pensamiento materialista y sintetizador, realista, que en el siglo XXI se haga aún más retórica que con los griegos. Una retórica "muy evolucionada", pero la retórica es parte de la evolución? En fin, vaya payasadas que escribo.
Hoy he visto la foto de un cámara desaparecido en Iraq, sonriendo al que le hacía la foto, firmada por una asquerosa ONG [no tengo nada en contra de las ONGs; mi primer sueldo (20€) aquí en Bruselas lo he recibido de un miembro de Action Aid, pero estoy hasta la polla de que estén hasta en la sopa con su mensajito de solidaridad que no es ni siquiera un trozo de carne para el estómago de la Gran Vaca Europea] y he pensado que tiene todo lo que le falta a las mías; CARIÑO.
Pos ná, que se me ha hecho ya el café. Un fuerte abrazo para Anaïs y Cris, que también están viviendo fuera.


1 Comments:
fuera de casa, todo sabe distinto, y uno hasta aprende a hacer cosas que ni siquiera se hubiera imaginado quepodría hacer. a mí me pasó cuando estuve en dinamarca, y un día hice algo así como 10 o 12 tortillas de patata, eso si, pequeñitas, pero tortillas de patata, el día que hice una sola me salio buenisima, pero el de las 123, habia de todo, alguna se quemo, otra se quedo cruda, a lo que me referia, lo que dices tu, de que el tiempo va auna velocidad distinta cuando uno esta lejos de lo que consideraba "su casa" porque en ese momento se convierte en "tu casa" un lugar totalmente ajeno, y acabas cocinando cosas de lo mas inverosimil, a pesar de que aparentemente sean unos espagutis con tomate, si te imaginas la de nutritivos y vitaminas que pueden tener , y te olvidas de la contaminacion, vegetales transgenicos, cancerigenos, lipidos saturados, etcetera, al final disfrutas mogollon...
jajajaja... me encanta leer estos comentarios que pones en el blog, pero creo que el mio, un intento de plagio al tuyo, no me ha quedado nada bien, pero bueno, ya se sabe, yo ahora me dedico a servir sushis sashimis yakitoris y lo que se tercie....es muy divertido!! hasta pronto y sigue contandonos cosillas por aqui!
12:48 p. m.
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